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Turquia

Una mirada a la actual industria de vinos de Turquía

Visitar Turquía es abrir una puerta al pasado, a siglos de conquistas, costumbres y tradiciones de uno de los imperios más poderosos de la historia, el Otomano (1299 a 1922). Aunque el país que hoy conocemos tiene una corta historia y se inicia en 1923 con la subida al poder del líder político Mustafa Kemal Ataturk quien crea desde ese momento la actual República de Turquía.

Es en esta nueva etapa republicana en la que se hicieron cambios para su integración con el mundo occidental, con grandes avances políticos y económicos como por ejemplo ser un estado secular y flexibilizar las leyes para permitir el consumo y comercialización del alcohol, siendo una nación mayoritariamente musulmana. 

Es algo contradictorio que siendo Turquía el quinto país con más viñedos plantados en el mundo (480,000 hectáreas en 2017) y con historia en la elaboración de vino tan antigua como la de los países del Cáucaso, la mitad de toda su producción se comercializa como uvas de mesa, un tercio como uvas pasa de esa diferencia un porcentaje para la elaboración de vino, pulpa  de fruta y también melaza.

Recordemos que fue el líder Ataturk, quien en 1925 mandó a establecer la primera bodega de vinos comercial de Turquía y tan solo dos años después, en 1927 tomó control de toda la producción y comercialización de las bebidas alcohólicas, siendo el Raki, la mas importante por ser la más consumida en todo Turquía. Algo que por suerte no sucedió con la industria del vino, el estado dejó que las bodegas existentes desde siglos atrás siguieran su producción por considerarse una industria que podría traer mayores ingresos a futuro además de posicionar a Turquía como una nación con una importante y antigua tradición vitivinícola que era necesario mantenerla viva.

A mediados de 30s y siguiendo sus planes y políticas de desarrollo y viendo el potencial que tenía su país en la elaboración de vinos, Ataturk encargó a dos viticultores franceses el estudio de las uvas autóctonas para poder determinar cuáles eran las más adecuadas para el cultivo en determinadas regiones del país. Como resultado de ese estudio se crearon 28 bodegas, pero todas bajo un monopolio estatal llamado Teckel.

Tener una presencia importante en el actual mundo vitivinícola, es una ardua tarea para la industria del vino turco. Conseguir una buena rentabilidad como productor de vinos se fue haciendo cada vez más difícil y mucho más desde que partido político, el AK, entrara al poder el 2002 con una serie de leyes anti alcohol. No solo se incrementó exponencialmente los impuestos a esas bebidas, sino también se prohibió desde el 2013 todo tipo de publicidad y promoción, prensa escrita, televisiva y también medios sociales, además de nuevas restricciones para la venta de todo tipo de bebidas alcohólicas. 

Durante nuestros seis meses que vivimos en Turquía pudimos darnos cuenta de muchas cosas relacionadas a la industria de vinos que para muchos que han visitado otras regiones les sería difícil de entender. Como por ejemplo, no poder hacer una cata en una tienda especializada de vinos, ahí solo se venden botellas cerradas, es decir no se puede consumir directamente en el establecimiento.

La venta de bebidas alcohólicas en lugares como bares o restaurantes es cada vez más complicada por los requisitos y las licencias que se deben de renovar año a año, además de los altísimos impuestos, siendo el Raki, el que tal vez más incremento de impuestos ha subido. Por esas razones, el consumo nacional de alcohol es de tan solo 1.5 litros por año y tal vez la mitad   es por su destilado y no por el vino o la cerveza. Las bodegas que elaboran vinos, pueden vender sus productos a clientes directos, más no se les está permitido realizar catas o degustaciones si no hay algún servicio asociado en sus mismas instalaciones, como la de tener su propio restaurante y/o hotel.

Con el proyecto de enoturismo de mi esposo pudimos llegar a conocer varias regiones vitivinícolas como Marmara, Capadocia y El Egeo y también pudimos conversar directamente con los dueños y enólogos de bodegas grandes como también bodegas boutique. Fuimos en búsqueda de conocimientos y salimos con eso y con muy buenos amigos de esa industria. 

Les invito a revisar mi Blog, el cual estaré actualizando con otros temas y aventuras por este país tan vibrante y con una cultura de vinos en constante lucha por tener luz propia.